Al inicio de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), algunos analistas afirmaron que las inéditas conferencias de prensa diarias abonaban, directamente, a sus altos niveles de popularidad. Desde el inicio de 2020, la aprobación de AMLO mantiene una tendencia a la baja, de acuerdo con todas las encuestas publicadas (incluida la más reciente de Grupo Reforma), en cualquier formato: vivienda (cara a cara), telefónica o internet. En menos de seis meses, AMLO ha perdido entre 10 y 30 puntos porcentuales de su aprobación, derivado de la evaluación de la opinión pública sobre el desempeño del presidente en diversos temas coyunturales: altos niveles de violencia, la implementación del nuevo sistema de seguridad social, reacciones ante las demandas de violencia contra las mujeres, la recesión económica y, por supuesto, las acciones para enfrentar la pandemia del COVID-19.

No existen mediciones publicadas en medios de comunicación que asocien las conferencias de prensa diarias de AMLO directamente con su aprobación. Los resultados de las preguntas publicadas sobreestiman el impacto de las conferencias de prensa en la opinión pública ya que, generalmente, al ser cuestionadas sobre si ven las conferencias o no, las personas entrevistadas responden como si hacerlo fuera una actividad “socialmente deseable”, sesgo que representa la tendencia a que la respuesta sea vista favorablemente por los demás. Por deseabilidad social, las encuestas sub-representan las proporciones de personas que sobornan a autoridades o consumen drogas; y sobre-representan a quienes pagan impuestos, respetan el límite de velocidad o ven las conferencias de prensa diarias de AMLO, de 7 a 9 de la mañana, de lunes a viernes.

Fecha: 2-abr.-20

Autor: Luis Estrada

Medio: Reforma

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