Félix Salgado Macedonio es un candidato impresentable. Es verdad que no hay una sentencia que lo condene por violación o abusos sexuales, pero las acusaciones en su contra son fuertes y diversas. Su comportamiento en la política, por otra parte, siempre ha estado lleno de manchas. El que esté adelante en las encuestas, y que hasta el momento de escribir esta reflexión siga siendo candidato de Morena al gobierno de Guerrero, nos dice mucho acerca de la cultura política en los tiempos de la Cuarta Transformación. Es el candidato de Andrés Manuel López Obrador, eso basta en un partido que hace todo lo que dice el dedito presidencial.
Este 28 de febrero Pablo Amílcar Sandoval, el principal contendiente de Salgado Macedonio en las encuestas, decidió bajarse de la contienda: “He decidido retirar mi participación del proceso interno de Morena a la gubernatura -escribió-. Desde cualquier trinchera estaré impulsando la cuarta transformación. Las aspiraciones, por más legítimas que sean, tienen que someterse a los objetivos y luchas colectivas”. Esta nueva posición contrasta con sus acusaciones anteriores de que la “encuesta” de Morena había sido amañada para favorecer a Salgado Macedonio.
Fecha: 2-mar.-21
Autor: Sergio Sarmiento
Medio: Reforma
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