¿Apoco creyeron que el régimen dejaría pasar el debate global sobre la regulación de las redes sociales sin desplegar sus afanes persecutorios? La propuesta del senador Monreal gira sobre dos pretextos: eliminar los “mensajes de odio” y evitar la propagación de “noticias falsas.” Ah, caray, ¿acaso quiere prohibir el obradorismo?
Según SPIN, de Luis Estrada, sólo el presidente –y sólo en sus homilías posfactuales mañaneras– ha mentido 44 mil veces en lo que va de su gobierno, más o menos el doble que Trump, pero en la mitad de tiempo. Desde el púlpito presidencial ha celebrado el fin de la pandemia unas 30 veces, como escribió Rubén Aguilar en esta misma revista. Y así en todo lo demás: el desabasto de combustibles y medicinas, las rifas-no rifas, la vacunación sin vacunas, la desmilitarización, el combate a la corrupción, el aterrizaje de aviones vacíos en una pista sin aeropuerto. Para afianzar el reino de la falsedad cuenta con una poderosa maquinaria de propaganda nutrida de comisarios y centinelas –desde funcionarios y legisladores, hasta mal llamados periodistas y académicos– encargados de amplificar las mentiras precisamente en las redes. La operación incluye el uso de esbirros y granjas de mercenarios digitales para golpear críticos, deslegitimarlos, y lincharlos con mensajes de odio sin ningún pudor. Se trata de una compleja faena de adulación monárquica e intimidación que han estudiado bien Marco Levario Turcott y Leo García también en esta revista.
Fecha: 12-feb.-21
Autor: Pablo Majluf
Medio: Etcétera
https://www.etcetera.com.mx/opinion/el-zorro-en-el-gallinero/
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