La utopía de los mil días

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El presidente Andrés Manuel López Obrador llegó a los mil días de gobierno lleno de palabras y con una visión de país limitada. Su llamada cuarta transformación está cargada de una ambición inconmensurable, aunque su visión se limita a cuatro obras de infraestructura, importantes por el tamaño, pero liliputiense para aquello con lo que se quiere comparar. Lo que sí ha transformado, pero que no forma parte de su utopía, es la comunicación política. ¿Dónde estaría López Obrador, que en tres años no ha dado resultados, si no dispusiera de su altoparlante mañanero? Probablemente viviría una desgracia mayor que la que sufrió el presidente Enrique Peña Nieto, cuyo repudio popular se fue acrecentando por incompetente.

López Obrador tiene un proyecto reciclado de sus años como jefe de Gobierno en la Ciudad de México, potenciado a nivel nacional. La mañanera es el mejor ejemplo, que empezó como un recurso en el ayuntamiento para jalar el arranque de las actividades de las autoridades locales para responder con celeridad frente a los temas que alteraban la imagen del gobierno, como robos a cajeros o incidentes viales. En la Presidencia lo quiso envolver como un ‘diálogo circular’, que también serviría para hacer ‘réplicas’ a los medios. Mentiras para la gradería, porque lo ha usado para diseminar propaganda y una realidad alterna, que le han impedido el naufragio vergonzoso.

 

Fecha: 1-sept.-21

Autor: Raymundo Riva Palacio

Medio: El Financiero

 

https://www.elfinanciero.com.mx/opinion/raymundo-riva-palacio/2021/09/01/la-utopia-de-los-mil-dias/

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